miércoles, 30 de noviembre de 2011

¡VIVA LA PATRIA LIBERADA!

En la Patria Liberada…
Los niños no conocerán
más que el amor, la libertad, la mirada, la felicidad.
El placer no será efímero.
La mesa de los dignos tendrá pan, 
pero también tendrá platos 
y tendrá cubiertos y porqué no, un vino de vez en cuando.
Las escuelas serán usinas de curiosidad
Los hospitales estarán bañados de colores de arco iris,
De colores fuertes, de colores vivos, de colores en fin…
Los vendedores de paraguas no serán más rentables
Porque el Pueblo encontrará el sabor a la Libertad,
Ese color tan exquisito que tiene la lluvia.
Y el agua será la bebida de los pueblos libres.
No habrá que mendigar en la calle, ni pedir permiso,
Ni reprimir pensamientos;
Las casas serán todas del Pueblo, ya no tendrán rejas,
Ni alarmas ni Miedos!
Los libros, así como la guitarra reinarán por todos lados…
La armonía, el amor, la paz y la igualdad serán los pilares.
En las rutas de la Patria, tendrán canteros con plantas.
Pero también con flores.
El amor no será objeto de mercancías, ni de violencias.
No habrá enojos, ni olvidos y morir será algo digno.
Las pasiones serán intensas.
Brotará la música a mansalva…
De los diccionarios se eliminarán muchas de las palabras,
Porque carecerán de sentido, 
Como exclusión, represión, violencia, entre tantas otras.
Usaremos bicicletas,
Y si el pájaro canta, pararemos a escucharlo y celebraremos su canto.
Nadie conocerá esclavitud alguna.
Las mollejas no nos costarán tanto
O quizás no se prescinda de dinero, ni del televisor, ni del auto…
Cada pared será un mural; 
y los jóvenes nos reuniremos bajo un sauco, con sus hojas al viento..
y tocaremos y cantaremos hasta el cansancio…
No habrá más penas que lamentar, ni resignación, ni venganza, ni odio.
La plaza será el punto de encuentro de todos los pueblos 
La sonrisa será eterna,
En fin…
La Patria será Libre, cuando no existan más utopías…
Por la simple razón de que se harán REALIDAD…


Por Ramiro “Pocho” Churruarín.
18 Noviembre 2011.

viernes, 25 de noviembre de 2011

La Ley de la democracia y el lenguaje.

Los Mitos que se han resquebrajado.
Uno de los mayores logros, en términos simbólicos, en estos tiempos es el quiebre con aquella visión unidimensional sobre la cosmovisión, es decir la ruptura con la imposición homogénea que diariamente los medios masivos de comunicación realizan en la opinión pública a través de una agenda de temas o noticias que responden a sus particulares intereses.
Aquí no se afirma ingenuamente que la agenda creada por los medios ya no exista, sino que ya no es homogénea (ya no es la gran verdad). Se señalan tres factores que han sido desencadenantes de esto: en primer lugar, la lucha histórica de organizaciones sociales, agrupaciones políticas, periodistas, intelectuales, universidades, organismos de derechos humanos, gremios y sindicatos que durante años han presionado por una nueva reglamentación respecto a los medios de comunicación; por otra parte, el logro de desechar la idea noventista de pensar la política como una esfera aislada de las configuraciones de lo social, y la consecuente politización de lo social; y en última instancia, la promulgación de la Ley de servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) respaldada por la voluntad política del gobierno.
Entre los mitos que se han ido interpelando se encuentran: “que se desempeñan como el cuarto poder que evalúa a los poderes del Estado de manera objetiva”, “que dan espacio a todas las voces”, “que tienen neutralidad valorativa, presentan objetividad y son independientes a la hora de informar”, “que simbolizan los intereses de la gente y dicen lo que la sociedad piensa”, “se presentan como la opción representativa que reemplaza la falta de legitimidad de los partidos políticos”.

Agenda de los medios y mayor conciencia.
Teniendo en cuenta los tres factores antes mencionados, el primer impacto es cultural, simbólico y subjetivo. En la actualidad los medios audiovisuales de comunicación (e incluso los gráficos) se consumen sin ingenuidad. Se ha tomado conciencia del rol histórico que los medios gozan en  nuestro país, de la conformación de la estructura de los mismos y de la influencia que los medios tienen en los lentes sociales y su percepción. En estos tiempos, ya no tienen esa inocente confianza a priori sino que tienen que construirla.
La LSCA garantiza el derecho universal a la información y a la libertad de expresión, impide la formación de monopolios y oligopolios, fomenta la producción de contenidos educativos o infantiles, promueve la polifonía de información y de opiniones, permite que las Universidades  tengan emisoras sin restricciones ni obligación de ser sociedades comerciales, establece una cuota de pantalla pensando en el cine nacional, y establece un régimen abierto de participación pensando en las cooperativas. Pero la reglamentación se acompaña con otras discusiones, tales referidas al lenguaje, al rol del periodismo, a cómo pensar y defender la televisión federal y el cine nacional, al rol de las Universidades en esta construcción, entre otras.
El 45% de los encuestados por Ibarómetro cree que los objetivos que motivaron la ley fueron “democratizar a los medios, terminar con una ley de la dictadura y promover la diversidad cultural”, pero un 38% ve la ley como un arma “para combatir al Grupo Clarín, controlar la opinión de los ciudadanos o que el gobierno se beneficie económicamente”. De ahí la necesidad de seguir divulgando los objetivos de la ley: para que el debate sobre el rol de los medios no quede subsumido en una pelea por el poder.  (Encuesta I. Ramirez de Ibarómetro).

Pensar lo que está en construcción
En términos de la implementación de la LSCA existe un artículo fundamental que aún queda en el banco de suplentes. Gabriel Mariotto afirma “En la Argentina va a haber pluralidad. Los monopolios no pueden convivir con la democracia porque se quedan con la voz que le corresponde al resto. Estas cautelares, lo que hacen es ganar tiempo para que clarín siga operando de la forma a la que ha sido mal acostumbrado”. En línea con lo que expresa el presidente de Afsca, es indispensable seguir reclamando frente a la Corte Suprema de Justicia que se expida sobre el artículo 161 de la LSCA, ya que estamos a 25 meses de su promulgación.
Pero además es necesario seguir avanzando en la discusión sobre el rol del lenguaje, de los periodistas y los intelectuales. Tres ejemplos claros al respecto: el primero es la utilización de las muertes, los accidentes, los asesinatos, “la inseguridad” como un recurso estratégicamente político. De ninguna manera se propone en estas líneas que la inseguridad sea un ilusión, pero si se discute el modo en que lo medios masivos de comunicación ilustran ese hecho. Mostrar repetidamente videos y fotos sobre esos momentos sólo colocan al ciudadano en un lugar de rechazo, miedo, autodefensa, disgusto, individualismo, sectarismo, aislamiento, y al periodista en el pedestal de la miseria profesional. En Segundo lugar, si se piensa en los momentos posteriores de los accidentes, asesinatos, secuestros, de la “inseguridad”, los noticieros y los diversos medios de comunicación no llevan a psicólogos sociales, trabajadores sociales, médicos, abogados, psicólogos, cientistas políticos a debatir los hechos, sino colocan en un móvil al familiar más cercano de la víctima del episodio. Es razonable que una persona que acaba de perder un ser querido si le colocan un micrófono no pueda dar una opinión llevada por el análisis sino por la desesperación. El tercer caso es la utilización de conceptos como normalidad, natural, la realidad, el tiempo, el destino, crimen pasional, estético. También se visualizan perspectivas de análisis desde los medios totalmente patriarcales, machistas, de estereotipos sociales impuestos por una europeización que casi no se critica.
Un último detalle, piense un minuto en un hecho conocido de un asesinato. Si usted se levanta y a la mañana desea escuchar la radio entre las 8 y las 23.30 horas, Radio Mitre, Continental, La Red, Radio 10 y Del Plata repiten cada media hora esta noticia en sus rotativas: entonces se habla de 160 veces que se escucha que una persona fue asesinada. Si se prefiere prender el televisor, C5N, A24, TN, Crónica TV, Canal 26, CN23, pasan cada media hora esta noticia en los titulares entre las 8 y las 24 horas: entonces se habla de 192 veces que se observa la noticia de la persona asesinada. Por otro lado, los tres noticieros diarios de los 5 canales de aire suman 15 veces que se visualizan la noticia de la misma persona asesinada. Sin contar los medios de internet y los medios gráficos, se concluye en que un asesinato se reproduce 367 veces. La pregunta es ¿Uno cuando se decide por descansar y dormir, piensa que hubo un asesinato o 367? ¿Tiene esto influencia en la percepción de la opinión pública?

Arturo Jauretche y los medios de comunicación
Grupos capitalistas tienen en sus manos la Universidad, la escuela, el libro, el periodismo y la radiotelefonía. No necesitan recurrir a la violencia para reprimir los estados de conciencia que les son inconvenientes. Les basta con impedir que ellos se formen. (…) Proponemos un auténtico ideal democrático. El sometimiento de las fuerzas de las finanzas al interés colectivo. El estado que queremos debe ser fuerte para hacernos libres. No el estado totalitario cuyo fin es ahogar al hombre para realizarse, sino el estado que ahoga la tiranía del dinero para realizar al hombre, y así en el terreno de la formación de la opinión pública, la solución democrática consistirá en sustituir la libertad de empresa periodística o radiotelefónica, que es la libertad de los grupos plutocráticos para hacer su prensa o su radio e impedir toda otra, por la libertad de prensa sólo lograble cuando ella no tenga que depender de los intereses capitalistas. Solución ésta que requiere una Argentina liberada, ya que como dije antes, la finanza es extranjera. (…) Necesitamos liberar a la Nación para liberarnos dentro de ella.

Raúl Scalabrini  Ortiz y los medios de comunicación
En un país empobrecido, los grandes diarios son órganos de dominio colonialista. El periodismo es quizás la más eficaz de las armas modernas que las naciones eventualmente poderosas han utilizado para dominar pacíficamente hasta la intimidad del cuerpo nacional y sofocar casi en germen los balbuceos de todo conato de oposición. Su acción es casi indenunciable porque fundamentalmente opera, no a través de sus opiniones sino mediante el diestro empleo de la información que por su misma índole no puede dar una visión integral y sólo transfiere aquella parte de la realidad que conviene a los intereses que representa.

Por Mariano Osuna.

Fuentes: Revista Veintitrés, Foro Popular de la Comunicación, Miradas al Sur

miércoles, 23 de noviembre de 2011

“EL DÍA DE LA SOBERANÍA NACIONAL COMO EVOCACIÓN AL ESPECTRO FANTASMAL DE DON JUAN MANUEL.”

“Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo. Tú posees el secreto, ¡revélanoslo!” (Facundo-Sarmiento).

En fechas como las del 20 de noviembre o el 3 de febrero pareciera que el espectro fantasmal de Don Juan Manuel de Rosas hace su recorrido nocturno para horrorizar a los espíritus liberales que han tratado –ahora con menos éxito- de borrarlo de nuestra historia nacional.

Propongo en esta nota invitar al lector a pensar lo que significó el gobierno del “El Restaurador” y su política exterior en la defensa de la soberanía nacional -cuya manifestación acontecimental fue la Batalla de Obligado el 20 de Noviembre de 1845-; desde una perspectiva Nacional Popular para de esta manera desnudar las críticas y el “entierro” que ha recibido por parte de la historiografía liberal, como así también las reivindicaciones conservadoras del rosismo ortodoxo.

El historiador Norberto Galasso en su obra “La larga lucha de los argentinos” nos presenta las diversas corrientes historiográficas que interpretan la historia argentina y el gobierno de Don Juan Manuel, de las cuales nos serviremos de la Historia Liberal, del Revisionismo Rosista y de la interpretación Federal/ Socialista, Provinciana o Nacional Popular.

La historiografía liberal con sus características –que comparte con las del Revisionismo Rosista más conservador- de una historia de héroes y villanos, biográfica, psicológica, que se apega a lo consciente e ignora lo inconsciente, cualitativa, con un lente ingenuo sobre la complejidad y la multidimensionalidad de la realidad, se encarga de construir un relato de Rosas como la del “Tirano Sangriento”, enemigo del progreso y de las letras, capaz de realizar cualquier “barbaridad” imaginable con aquél “salvaje unitario” que se le opusiese. Es notoria la parcial visión que ofrece ésta corriente historiográfica del período al que nos estamos refiriendo, ya que se limita a lo que políticamente le  es conveniente resaltar, y omite prácticamente referencia alguna a actos fuertemente tendientes a la independencia económica y la soberanía política como la Ley de Aduanas de 1835 o la mismísima Batalla de la Vuelta de Obligado. Por su parte el Revisionismo Rosista ortodoxo y conservador (compartiendo las características heurísticas y hermenéuticas que se nombraron anteriormente), no menos ingenuo en su narración que la historiografía liberal, se encarga de poner al Restaurador como único héroe nacional, ultracatólico, defensor del orden y de un pasado colonial glorioso –del cual los conservadores son nostálgicos- y deja el título “Enemigos de la Patria” para los opositores a Don Juan Manuel.

Desde una perspectiva global y colectiva-Federal Provinciana, Socialista o Nacional Popular- podemos interpretar de una forma superadora la visión tradicional de ambas historias (la liberal y la rosista ortodoxa) que se confunden con atribuir las causas a los agentes más aparentes, que busca consecuencias inmediatas y visibles, que resalta fechas, batallas, héroes y villanos, con una noción de temporalidad lineal y homogénea para de esta manera interpretar y analizar la política de Juan Manuel de Rosas como un nacionalismo limitado, que si bien resiste fuertemente la penetración política, cultural y económica de las potencias extranjeras (Gran Bretaña y Francia) y defiende la soberanía política fuertemente,  se niega en el orden interno a nacionalizar las rentas de la aduana del puerto de Buenos Aires monopolizando así los recursos político/económicos para limitar las condiciones de crecimiento y desarrollo a las provincias del interior.

¿Quién fue Juan Manuel de Rosas? ¿Por qué despierta amores y odios? ¿Cómo lo podemos pensar hoy?, son interrogantes que es menester que nos hagamos como ciudadanos para así pensar nuestra historia teniendo en cuenta que las enseñanzas de ésta son mandatos para el presente. Hoy nos tocó con Don Juan Manuel, mañana veremos….

“(…que los parió a los gringos…), (...navegar tantos mares venirse al cuete…)”   

Por Nico Loza

Viejos Vinagres en Fútbol para todos.

Todos sabemos que tití y Benedetto tienen gusto a Torneos por presente y por pasado. Están en Fox, trabajan con canal 13 y acompañaron durante años a Araujo junto a Enrique "en consecuencia" Macaya Marquez en aquel programa/buque insignia de la expropiación del fútbol que se guardaba la exclusividad de los goles: Futbol de primera. La decepción enorme por verlos en la pantalla pública llega de la mano de una decepción anterior. Y esto es: haber tenido que aceptar el regreso de Araujo a nuestra cotidianeidad.
De nuevo, tiene que ver con una continuidad. ¿Por qué él y no otro? ¿Porque le hizo un juicio a Torneos? ¿Porque, en este momento particular, es enemigo de los enemigos del Gobierno? ¿Para clavarle una espina al rival? Bueno, quiero aclarar que todos sufrimos, cada fin de semana, la escasez de aptitud de esa revancha. No conozco a nadie, pero a nadie que esté contento con los relatos de Araujo. Y tiene lógica. Es imposible tomarle simpatía al único relator del mundo que, en lugar de facilitar el seguimiento de un partido, lo dificulta. Sus gritos, sus insultos, sus frases por lo bajo, sus conversaciones apócrifas por teléfono celular (¿Quién lo convenció de que hacer sonar un ring tone en medio del juego para simular una conversación con un DT es gracioso ?), sus diatribas reglamentarias de un reglamento que desconoce... Todo eso lo hace básicamente insoportable.
Lo peor, claramente, es su ineptitud para nombrar al jugador correcto en el momento en que éste toca la pelota. Lo lamento, Araujo, pero alguien tenía que decirlo. Si Araujo nombra a Sosa, usted quédese tranquilo: la pelota la tiene cualquiera, menos Sosa. Si, en cambio, Araujo arranca con una de sus digresiones para ganar tiempo ("allí la pelota queda en los pies del defensor central de Banfield que usa el número seis en la espalda y se llama..."), entonces sepa que el hombre tuvo tiempo suficiente como para reconocer al jugador en cuestión. Pero incluso cuando los reconoce se manda alguna macana. Citemos, brevemente el caso del duelo entre Argentina y España. Además de decirle "Javi" a Xavi Alonso durante todo el partido, las primeras tres o cuatro veces que Arbeloa intervino en el juego, el relator nombró a Arbolea. No sería grave si no evidenciara un desconocimiento absoluto de las Ligas Europeas por parte de un señor que vive y come gracias al fútbol.
Hace poco, Araujo, inventó otro recurso para llegar a tiempo con la descripción  de las acciones sin faltar a la realidad. Se trata, sencillamente, de un grito de este modelo: "el once, el onceeeeeee!!". El once vendría a ser el jugador que usa la casaca número once de un equipo, y el grito tiene que ver con el apuro: el relator tiene que nombrarlo y ve el número en su camiseta, pero no sabe quién es. Araujo suele utilizarlo en las acciones de riesgo, porque si una jugada llega a terminar en gol, su falta de puntería con los apellidos queda más en evidencia (sucede a menudo que un futbolista que no es el que él nombro sale a festejar su tanto).
A eso le podríamos sumar el basureo constante de sus laderos (pareceróa que insistió en sumar a Tití y Benedetto para ningunearlos al aire).
¿Qué se pide de un relator? Qué diga los apellidos de los jugadores. Nada más. Sin personalismos, sin opiniones desmedidas. Quizá, se podría agregar, que le guste el fútbol. Rodolfo de Paoli, Gustavo Kuffner o Jorge Barril cumplen con su tarea sin estridencias. No son relatores memorables, pero tampoco están tan mal. Y además cumplen con una condición fundamental: son algo nuevo. Oxigenan la tan estancada estructura piramidal futbolística que vive alimentada por los mismos nombres de siempre.
Ahora bien, ¿cuál es la alternativa? Apo no puede evitar ser demasiado radial. Roberto Perfumo entiende el juego, pero no conoce a muchos futbolistas y suele referirse a ellos como el "pibe este".
¿Qué pasó con la época en la que se generaban famosos desde un semillero?. Diego Latorre cumplió una labor excelente durante el Mundial en sus comentarios para la TV Pública. ¿Sería tan dificil sumarlo a un equipo de FPT? Hace rato que no escucho hablar de Fernando Pacini como una operación televisiva ¿No es llamativo que nadie se acuerde de uno de los mejores comentaristas que tiene el país? Es cierto que estuvo en Fútbol de Primera, pero eso no lo hace menos valioso. Lo mismo podría decir de Juan Pablo Varsky. ¿Y que me dicen de alguien un poco más joven? Ariel Senosiain, por ejemplo, un muchacho que hace sus armas comentando en La Red y que tiene todas las herramientas para crecer si le dan una oportunidad. ¿Les parece demasiado arriesgado? Bueno, pensemos en Miguel Simón, el hombre de ESPN que entrega dato tras dato cuando relata cualquier deporte. O en el Ruso Verea. Son profesionales que aportan conceptos. Que muestran algo allí donde podría ignorarlo el ojo poco entrenado. Que se aleja de la obviedades de siempre para mostrar algo más. Que hacen docencia.
Hay muchos candidatos, pero la tónica para descubrirlos debe ser distinta a la que se viene utilizando. La fantasía marca que si uno busca lo conocido, lo tradicional, lo comprobado, obtendrá un producto amable al que el público "está acostumbrado". Bueno, la realidad marca que el público no se acostumbra a Araujo, ni a Torneos ni a Clarín. Y aún cuando existen méritos reales en estos campos (se podría decir, por ejemplo, que Pablo Girarlt es muy buen relator), lo ideal sería que el nuevo futbol post monopolio fuera realmente nuevo. Que exista una renovación real, una pluralidad de voces. Que renazca el amor por el deporte, algo que parece muerto desde las quejas constantes de los periodistas a los que le toca ir a la cancha.
Que se venga lo nuevo, en serio. Hace un poco más de un año que lo estamos esperando. Ya no tengan miedo: siempre se puede acostumbrar al público un producto mejor

Por  Pablo Cheb Terrab

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Desaparición y duelo


"No están ni muertos ni vivos, están desaparecidos" J. R. Videla.

La desaparición forzada es un crimen contra la humanidad. Se trata de un delito imprescriptible dado que en la medida en que la medida en que la persona continúa desaparecida, el delito continúa produciéndose.
Entre los efectos fundamentales de la política de la desaparición, se instaló en las personas afectadas la incertidumbre que impone una suerte de renegación respecto de estos hechos. Esta forma de la angustia sería precisamente lo siniestro.
Desaparecido es un significante que produce la pérdida de las categorías fundantes de la identidad: tiempo y espacio (a-temporal, a-histórico, a-espacial).
El derecho a la muerte quedó abolido y se instauró la lógica que hace (im)posible la muerte de un cuerpo sin sepulcro, es decir la anulación de los modos de ritualización de la muerte, cancelando por esta vía la producción de un acto simbólico.
Vida y muerte son así deprovistas de la dimensión de lo estrictamente humano. La desaparición de personas empujó a quienes debían atravesar por este duelo a la construcción de un duelo por fuera de la ley (funcionamiento clandestino- duelo clandestino).
La certeza posible en estos duelos impactados por la desaparición no es del mismo orden que la de los duelos impactados por la muerte.
Esta sanción, entonces, no alcanza a recubrir la certeza. Siempre queda un resto irreducible de significación.
Tal como plantea Freud en "Duelo y Melancolía", hay un duelo que no logra realizarse. Pero sin embargo tampoco es éste estrictamente el estatuto de estos duelos, ya que siguiendo el concepto freudiano, estaríamos frente a duelos patológicos , o no realizables. Sin embargo, entendemos que se trata de un duelo en una posición tercera respecto de la díada freudiana normal/ patológico, que se ha denominado duelo suspendido o coagulado por diversos autores.
La ubicación en un escenario impreciso entre la vida y la muerte, el lugar de vivo- muerto del desaparecido, y la incertidumbre, producen el efecto de lo siniestro.
Es necesaria la existencia de un entramando público donde estos duelos se inscriban, pero también en el rescate de la singularización de cada caso.
Como plantea Alejandro Kauffman: "sucede que el debate sobre el horror, implica también un debate sobre la cultura".
Y Sergio Guelerman advierte: "Si la memoria está ligada al saber que asegura la continuidad de lo significado a través de las generaciones, los acontecimientos del horror no han consistido meramente en traumas, como pueden ser distintas experiencias terribles, como la guerra, la  peste o os terremotos. Los acontecimientos del horror han sido producidos como acciones destinadas a intervenir en la comunidad transgeneracional para producir transformaciones histórico-sociales irreversibles. Y lo han logrado (...) una comunidad que recuerda implica un pasado efectivamente transmitido"
Es nuestro desafío entonces, introducir los significantes que han quedado reprimido- tal como Freud planteaba - para poder realizar un trabajo de reinscripción de la historia cancelada; y construir un legado del que puedan reapropiarse las nuevas generaciones.

lunes, 14 de noviembre de 2011

La Universidad y el Kirchnerismo.

Scalabrini Ortiz plantea "la ilustración universitaria crea en los profesionales un complejo de superioridad. El profesional ha perdido sus raíces. Pone su conocimiento al servicio del capital extranjero, reniega de sus orígenes y se siente  por encima del pueblo del que forma parte indisoluble. El día que los profesionales aprendan a ser leales al pueblo de donde provienen ganarán en estabilidad emocional e intelectual de la que ahora carecen"
Perón planteaba de que el hecho de que una institución sea autónoma o autárquica no implicaba necesariamente que sea democrática. tampoco el carácter democrático se adquiere por la circunstancia de que la institución elija sus propias autoridades, pues si la elección se hace por y entre un círculo cerrado o entre una clase determinada, el sistema, lejos de ser democrático, resultará aristocrático, teocrático y oligárquico.  Con relación a la Universidad ha sucedido: que pese a su autonomía y al derecho de elegir a sus autoridades, ha demostrado su absoluta separación del pueblo y de sus aspiraciones. 
La incomprensión señalada tiene su origen en dos circunstancias. es una la falta de acceso de las clases humildes a los estudios superiores universitarios. Para entrar en la segunda enseñanza y en las facultades se necesita un mínimo de bienestar económico, y ello, a su vez, por dos razones: porque los estudios son relativamente costosos y porque las familias populares necesitan incrementar sus ingresos, utilizando el trabajo de los menores. La segunda causa es que la mayoría de los profesores, por razones de formación o de edad responden en un sentido reaccionario, y casi siempre conservan con respecto a cada momento presente el atraso correspondiente a la época en que iniciaron sus actividades docentes. Mientras tanto el pueblo sigue marchando y defendiendo ideas nuevas. Sí quienes gobiernan los centros de enseñanza no responden a ellos, no cabe decir que la institución sea democrática. A lo sumo se podrá decir que se gobierna a sí misma, pero su gobierno será hostil al sentimiento mayoritario de la nación.
A.D.U.P (Agrupación Docente Universitaria Peronista) afirma que la Universidad nacional ha servido siempre a los intereses de la oligarquía y el imperialismo como instrumento de colonización cultural.
Oscar Varsavsky por su parte expresa que las universidades de latinoamérica se parecen todas en algo: no son nuestras. Mas que ventana hacia el mundo, es una base cultural desde la cual se nos transfiere todo lo que los países centrales entienden por ciencia, tecnología, cultura y a través de ellas su tipo especial de industrialización y economía y sus valores frente al consumo, el trabajo y la sociedad. Se nos implanta allí en resumen un estilo cultural completo: el de las grandes sociedades industriales, tan prestigiado a través de los medios de comunicación, los textos, y su fuerza física, que lo aceptamos como único concebible para salir del subdesarrollo. Nos empieza a ser familiar la idea de que hemos sido explotados durante siglos en beneficio de los países centrales, y estamos sensibilizados a todo lo que pueda implicar dependencia política y económica. En este sentido, la propuesta no es rechazar en bloque la tecnología del norte sino tener criterios propios de selección, prioridades, y asignación de recursos.
El papel del profesional en la sociedad cambia cuando la lealtad a su carrera individual y a su empresa es reemplazada por la lealtad al país y la solidaridad social.
La idea de tomar como referencia escritos realizados hace décadas por diferentes pensadores y dirigentes políticos de nuestra región, se vincula con analizarlo en matriz de las transformaciones sociales, políticas, culturales y económicas que nuestra América latina unida esta atravesando hace algunos años.
La etapa histórica que atraviesa la Argentina, luego de la crisis vivenciada en el 2001, ha contribuido a la idea de un crecimiento sostenido con inclusión social, reparando en términos de justicia social la destrucción estructural en las configuraciones de lo social.
Este es el momento en que ese proyecto que se fue consolidando a través de la militancia organizada y una apoyatura social que lo sustentaba necesita afilar sus objetivos para transformar estructuralmente el país. La Universidad y la educación en general es una de esas reformas estructurales. La universidad debe incorporarse al proyecto político que el pueblo reafirmó. Debe romper los condicionamientos que impliquen su subordinación a las estructuras de la dependencia cultural e iniciar un real y verdadera transformación que la incorpore a las tareas y objetivos fijados por las tangibles necesidades de nuestro pueblo y que discuta y acompañe la construcción del proyecto de máxima: el socialismo nacional.

De esta manera, es preciso pensar, y discutir con amplitud y en conjunto ¿Qué proyecto de Universidad para qué sociedad?

Por Mariano Osuna

La ética del analista ante lo siniestro. Fernando Ulloa

La condición humana es de naturaleza trágica en tanto entrecruzamiento conflictivo del amor y del odio, del cuidado y la agresión, de solidaridad y egoísmo. De esta dualidad dura está hecha la historia de cada individuo y la de la humanidad toda.
Desde el punto de vista del psicoanálisis, esta dicotomía trágica tiene dos destinos: o la salida ética donde la producción de verdad fundamenta justicia, o el callejón ciego donde el síntoma, ahogado en el ocultamiento familiar y cotidiano, apaga su evidencia develadora, para  volver a surgir como grito mayor en la alienación oligotímica, el sufrimiento neurótico, la perversidad violenta o el delirio psicótico.
Cuando el escenario de la producción sintomática, tiene la magnitud de lo que  nos convoca en esta mesa: “los derechos humanos”, quien se afirme psicoanalista, o lo es, y hace justicia, o no lo es y a sabiendas o no, hace complicidad. Según las circunstancias puede incluso hacer algo más siniestro aún. No en vano introduzco este término de tradición freudiana: lo siniestro.
Freud trabaja este concepto en profundidad. Lo siniestro es aquella  variedad de lo terrorífico que se remonta a lo antiguo, a lo familiar.
Por de pronto el vocablo alemán heimlich que significa familiar, se transforma con el agregado de un prefijo de negación en “heimlich” algo así como infamiliar o más precisamente oculto o secreto, concretamente siniestro. Lo siniestro siendo familiar es al mismo tiempo aquello dentro de lo cual uno no se orienta, algo promotor de incertidumbres. En lo siniestro convergen los sentidos antitéticos de secreto y familiar.
Además Freud recoge en el diccionario de Sanders, entre otros significados, el siguiente: “mantener algo clandestino ocultándolo para que otros no sepan de ello y acerca de ello”.
En estas familias algunos personajes “están en el secreto”, el secreto les es familiar e incluso les confiere poder. El resto de la familia, de acuerdo a la naturaleza de lo oculto, suele sufrir sin saberlo a ciencia cierta, las consecuencias de la malignidad infiltrante de lo que les es ocultado. Se convive con algo que se ignora aunque se lo presiente inquietamente.se puede sumar a lo oculto la propia negación frente a lo extraño. Comienza así a surgir el efecto siniestro.
El único remedio posible contra la malignidad de lo siniestro  es el desvelamiento de aquello que lo promueve, simultáneamente al establecimiento de un nuevo orden de legalidad familiar. Aún dentro de lo doloroso de esta explicitación, de este hacer justicia, la verdad operará como incisión para drenar, aliviar y curar el absceso de lo siniestro.
Los ejecutores de lo siniestro, los que están en el secreto, se mantienen en cierta forma insensibles a los efectos de lo horrendo. Ellos  mismos son lo siniestro, sobre todo si logran la impunidad que pretenden.
Esta impunidad confiere poder sádico, poder fascista. Hasta pueden elaborarse doctrinas y argumentos que intenten validar lo invalidable. Esto ocurre sobre todo cuando el escenario de lo siniestro traspasa los límites de una familia y cobra la dimensión de la sociedad.
Los efectos siniestros dependen pues del lugar que se alcanza con relación a lo oculto. Así los responsables directos y cotidianos del horror que atravesó el país en los últimos años, no sólo lograban impunidad desde el ocultamiento, sino que ese ocultamiento garantizaba eficacia paralizante sobre la comunidad. En esto radica la metodología de la desaparición de personas sumado al horror de sus tormentos.

viernes, 11 de noviembre de 2011

El kirchnerismo y la revolución cultural‏. Aritz Recalde

Desde el año 2003 el país está transitando por una profunda transformación cultural, que subvierte de raíz muchos de los valores y de las concepciones hegemónicas liberales y neoliberales. El renacer de una nueva cultura es producto de la reconstrucción de la conciencia nacional, que resurge tras el letargo político producido como resultado de la derrota popular con la dictadura de 1976. La revolución cultural en marcha atraviesa gran parte del tejido social y se encarna además, en acciones de gobierno como son la ley de servicios audiovisuales, el programa científico y universitario estatal, la promoción del matrimonio igualitario o en la recuperación de la conciencia histórica a partir de la política de derechos humanos, la galería de los patriotas latinoamericanos, el contenido de los actos del bicentenario o en la sanción del feriado recordatorio de la Vuelta de Obligado. A partir de éstas y otras medidas, la revolución cultural va desandando el programa neoliberal y el contenido de sus instituciones.
El neoliberalismo que caracterizó la cultura durante los años ochenta y noventa, fue impuesto a partir de la aplicación de una seguidilla de acciones militares inauguradas en 1955 y profundizadas desde 1976. Una vez acabada la etapa militar del proyecto neoliberal, el programa se organizó en instituciones públicas y privadas que transmitieron los valores de los grupos de poder antinacionales. No era la primera vez en la historia del país y la región, en que este modelo de sociedad se implementara por el método de la violencia. El liberalismo del siglo XIX se aplicó a partir de las batallas Caseros de 1852, de Pavón en 1861 y por intermedio de la Guerra del Paraguay de 1865-70. Su imposición en el siglo XX y de manera similar al XIX, se valió de los golpes de Estado y las acciones militares de 1955, de 1966 y particularmente, de 1976. Lo que fuera el contenido y la finalidad de la infame participación en la guerra del Paraguay, tuvo en el siglo XX su consonancia en la intervención de la Argentina en Nicaragua en 1977. Tras los asesinatos ejecutados dentro del país y en América Latina durante los siglos XIX y XX, la oligarquía, los grupos concentrados y el imperialismo, aplicaron la etapa cultural y de institucionalización del orden liberal. Caído Rosas, se organizó la arquitectura liberal con la Constitución de 1853 reformada en 1860 o con el código civil de Vélez Sarfield. Los intelectuales orgánicos al proyecto porteño difundieron su visión del país por intermedio de la historia oficial de Mitre o con el Facundo de Sarmiento, que oficiaron como textos fundacionales de la oligarquía portuaria para justificar su programa agrícola dependiente. Además y complementándose, Mitre nos legó un órgano de prensa con el diario La Nación.
La finalidad de la batalla de Caseros en el siglo XX puede ser comparada con el golpe de 1955 y lo mismo ocurre con los resultados de Pavón, que se acercan estrechamente al proyecto aplicado desde 1976. El terrorismo y la guerra de policía promovidas por Mitre por intermedio de Paunero y de Arredondo o por Sarmiento, son el antecedente directo de los asesinados y los desaparecidos por parte de los comandos de tareas de Videla en el siglo XX. El liberalismo necesitó de los asesinatos para imponerse y aplicó el terror contra el pueblo, bañando de sangre el país para traer la “civilización” o en el siglo XX, para terminar con el “comunismo”. Videla tuvo y de manera similar a Mitre con Rufino Elizalde o con Velez Sarsfield, a sus intelectuales orgánicos en las personas de José Alfredo Martínez de Hoz o en Domingo Cavallo. Sin desconocer la distancia intelectual y temporal que existe entre ellos, ambos compartieron la tarea de promover los cambios institucionales, políticos y culturales para aplicar el liberalismo extranjerizante y agroexportador.
Muertos sus adversarios políticos y refundadas las instituciones, estos dirigentes se abocaron a llenarlas de contenidos. La historia oficial que justificó el terrorismo aplicado desde 1955, la escribieron figuras como José Luis Romero, Gino Germani o Jorge Luis Borges, desde sus cátedras o cargos durante los gobiernos de facto o democráticos. A casi un siglo de distancia, la “civilización” venía a poner orden frente a la barbarie, pero ya no eran Rosas y los colorados del monte, sino Perón y la CGT. La oligarquía y el imperialismo en 1976 y de manera similar al siglo XIX, también tuvieron su proyecto institucional, su ley de reforma financiera y su apertura económica. 
A los asesinatos de opositores, la persecución de simpatizantes o de “barbaros”, le siguió la organización de las instituciones y la imposición cultural. Luego del exterminio de los rivales del siglo XIX, transcurrió la calma de los cementerios bajo el ciclo político que va de Roca al Centenario. La oligarquía educó a los hijos de los caudillos asesinados, intentando convencerlos de que sus padres estaban bien ejecutados. Lo mismo ocurrió en la etapa que va de Videla a De La Rua , que fue un momento en el cual el neoliberalismo triunfante se impuso desde las instituciones culturales. La teoría de los dos demonios, la desmalvinización, el fin de la historia, las relaciones carnales con EUA o la extranjerización de la cultura, fueron transmitidos como valores y verdades incuestionables por el aparato de la colonización pedagógica. Las montoneras y los caudillos denigrados por Sarmiento y por Mitre en el XIX, fueron los “subversivos y los terroristas” del siglo XX, desacreditados y difamados por la escuela liberal o por el historicismo social que ocupó las instituciones universitarias desde  la época de la libertadora y a partir de la apertura democrática de 1983.
Yrigoyen y Perón, ambos a su manera y en su tiempo, enfrentaron al liberalismo, a la oligarquía, al imperialismo, a su proyecto económico, a sus leyes y a sus valores. Desde el año 2003 el país y de manera similar al proceso de mediados del siglo XX, es parte de un renacer de la conciencia histórica y de la cultura nacional. Estamos ingresando, como a mediados de los años cuarenta, en una profunda revolución cultural. La crisis del año 2001 fue una bisagra que expresó la fragmentación de los valores del liberalismo y la eclosión  de una nueva cultura nacional.
Desde el 2003 se está combatiendo la conciencia pastoril y dependiente de la oligarquía terrateniente, al cuestionarle el proyecto económico de país. El gobierno está apoyando la industria y con ello, el símbolo de la dependencia nacional y de la republiquita agroexportadora, cruje frente a la aparición de un pensamiento vigoroso, que se apuntala y se proyecta en una economía sólida y prospera, que genera empleo, desarrollo y sindicatos. La nación se afirma con la industria, que es un paso fundamental e irremplazable de la soberanía política y cultural. El INVAP o Atucha II, son dos importantes símbolos del renacer y de la refundación de las grandes metas y epopeyas científicas nacionales, que son hijas directas de la industrialización.
Otro paso fundamental en la lucha contra los valores neoliberales, se está ejecutando con la política de los derechos humanos y con la reivindicación de la militancia de los años setenta. Dichas medidas ofician como un acto de revisionismo histórico que pone en tela de juicio el proyecto de la oligarquía y se la sienta en el banquillo de los responsables de la tragedia nacional. Se está terminando la justificación del terrorismo liberal difundido bajo las frases del “algo habrán hecho” o de la “teoría de los dos demonios”.   
Caen los valores neoliberales y además, están siendo debilitadas sus instituciones de transmisión de la cultura. La ley de servicios audiovisuales y el apoyo del gobierno a los medios públicos y no comerciales, están construyendo una pluralidad de voces, frente a la tiranía mediática de los oligopolios comerciales. Los grupos mediáticos, los factores de poder concentrado y el aparato de prensa del extranjero, ya no están solos.
El gobierno está derribando los valores de la oligarquía y sus instituciones. La sanción de la ley de matrimonio igualitario es revolucionaria en el plano del derecho y además, lo es en el plano cultural.
A este paquete de medidas, se le suma la justicia social del subsidio universal, las jubilaciones o las paritarias, que modifican la conciencia del pueblo en lo que respecta a sus derechos. En este marco,la política de integración regional busca romper con la dependencia y el europeísmo de los sectores medios y genera los puentes hacia una refundación cultural nacional latinoamericana.
La vertiginosa transformación cultural se organiza en torno de la recuperación de la conciencia histórica y a partir de un fuerte cuestionamiento de la tradición liberal. La interpretación historiográfica de José María Rosa, Arturo Jauretche o de Norberto Galasso, desfiló en el bicentenario, ocupa la galería de los patriotas latinoamericanos y se consagró con el feriado del 20 de noviembre.
 La revolución económica, política y cultural de los años cincuenta, fue la materia a partir de la cual se conformó la conciencia nacional del activismo de los años sesenta y setenta. Desde el 2003 está naciendo una nueva generación de jóvenes que es educada en un país industrial y en el contexto de una revolución cultural. A partir de aquí, el proceso iniciado afirma la conciencia histórica del pueblo argentino y anticipa el renacer de una nueva generación política liberadora, en la antesala de la consumación de la conciencia nacional.

Testimonio de Graciela Daleo a Horacio Verbitsky

Cuenta Graciela Daleo "El día que terminó el campeonato Mundial de fútbol de 1978, cuando Argentina hacía un gol, desde Capucha se oían los festejos en la cercana cancha de river. El tigre Acosta subió al tercer piso del casino de oficiales donde nos tenían recluidos. Nos saludó eufórico gritando ¡Ganamos, Ganamos!. Decidieron sacar a algunos prisioneros para que vieran como festejaban los argentinos; la represión era un invento de la prensa marxista y socialdemócrata, decían. Ellos ya se habían convencido y no percibían lo ridículo del intento de convencer a sus prisioneros. El prefecto Héctor Febres al volante de un 504 verdse y otros tres miembros del grupo de tareas me llevaron por cabildo. Al llegar a Juramento no podían seguir avanzando. Asomada al hueco del techo corredizo no dejaba de llorar. ´si grito que soy una desaparecida, nadie me hará caso´, pensaba. Después nos llevaron a una confitería. Cuando no soporté más la angustia pedí permiso para ir al baño. Cuidar el aspecto era considerado como un indicio de que las prisioneras en vías de recuperación resumíamos los valores occidentales y cristianos, y por eso nos desvolvieron el maquillaje que teníamos al ser secuestradas. Con un lápiz de labios escribí en las paredes hasta acabarlo ´milicos asesinos, Massera asesino, Viva Perón´. Volví a la mesa. Nos devolvieron el chupadero".

jueves, 10 de noviembre de 2011

Forjando 125

Forjando 125 es una conjunción de ideas. Nuestra base es aquel grupo de jóvenes radicales que se opusieron a la conducción aristocrática de Alvear al frente de la UCR. Nuestra raíz es aquella masa popular que de manera espontanea marcaba la historia argentina un 17 de octubre. Nuestra Identidad nace entre la sangre derramada de los pueblos originarios que fueron arrollados por la conquista inquisidora. Nuestras convicciones parten de la antagonía de civilización y barbarie, de luchar contra la espada y la palabra europea. Nuestras banderas se iluminan en las movilizaciones estudiantiles y sindicales. Nuestra militancia, nuestro corazon levanta esas consignas de 30000 compañeros que dieron su vida por una patria libre, justa y soberana. 
Los pañuelos blancos fueron la muestra que la memoria es lucha en el tiempo, que las paredes son la imprenta del pueblo, que la nación y el pueblo sobreviven mas alla de las personas.
125, un número que encendará cada 18 de julio recordando como se nos escapó la oportunidad en manos de los cipayos. 2011 el año de la construcción colectiva cotidiana, día a día para seguir FORJAndo justicia social.