Por Mariano Osuna
Patria Grande vs Iluminismo europerizante
En la actualidad se está dando
una nueva reorganización del Capitalismo. Tal vez sea su transformación más
severa en los últimos cuarenta años. Frente a esto, es menester comprender que los países
centrales enfrentan las crisis desde un piso económico mucho más alto que el
nuestro, pero no obstante por primera vez la tasa de desempleo es mayor en los
países centrales. Es cierto, por otro lado, que la recomposición imperial se
encuentra latente; ejemplos son los golpes de Estado en Honduras y Paraguay, el
intento de golpe a Correa en Ecuador, las desestabilizaciones golpistas
agro-mediáticas en Bolivia y Argentina.
Lo relevante es que ahora la
crisis no podrá ser trasladada tan fácilmente como antes a los países de América
Latina, porque ya vivimos la lamentable etapa del neoliberalismo encendido,
porque los pueblos están forjando otras experiencias populares, porque estamos
en la oportunidad histórica de seguir derrotando las estructuras y
legislaciones neoliberales, de institucionalizar nuevas formas populares de
gobernanza, y porque nos encontramos frente al desafío posible de consolidar
reales lazos políticos, económicos, sociales y culturales entre nuestros
pueblos.
Somos protagonistas del momento
donde estamos, con agonía, saliendo de las arcaicas estructuras neoliberales.
Pero aún nos falta construir un nuevo modelo económico que vaya en línea con
los nuevos vientos que soplan en nuestra patria grande. Las voces populares que
hoy representan a la mayoría de los países de la región no alcanzan; la
situación compleja requiere ir pensando nuevas formas de organización en este
siglo XXI que nos liberen de la dependencia de las grandes potencias mundiales
y que no nos encuentre como abonados pagadores de la crisis-restructuración del
capitalismo.
Juan Domingo Perón decía que “la
humanidad hasta nuestro días, está formada por dos grandes núcleos, el que
trabaja, y otro, el que vive del que trabaja”. De esta manera es necesaria
(como plantea Freire) la unidad de los oprimidos para que con conciencia social
y política, y mediante una militancia organizada, logremos consolidar nuevas
formas políticas, económicas, sociales, culturales y económicas pensadas desde
nuestra tierra, desde nuestras necesidades, de pie y al lado de nuestro pueblo.
Lo nuevo significa descartar las nefastas recetas neoliberales e imperialistas,
rastrear en nuestra historia nuestras raíces, nuestras costumbres, nuestro
lenguaje, nuestras formas de organización; tomarlas y colocarlas como
protagonistas de nuestras luchas, al lado de los humildes, de los/as
trabajadores/as, de las barriadas populares. Sólo luchando al lado de los
excluidos por el neoliberalismo, con los pies en el barrio, con la
cualificación de los cuadros y la unificación de los sectores populares,
consolidaremos la real y verdadera liberación de los pueblos en esta
independencia inconclusa y la patria grande latinoamericana.
Política vs Corporaciones: Coyuntura nacional
Néstor Kirchner afirmaba que esta
es una transformación de poner todos los días un ladrillo, colocando al
movimiento popular y al Estado al límite de cada coyuntura. No obstante tenemos
nuestras mentes atravesadas por el neoliberalismo, triunfante por varios años.
Esto nos condiciona a la hora de enfrentar las nuevas condiciones del proceso
capitalista.
“Unidos y organizados” no es una
simple consigna, es la representación de los dos grandes objetivos a corto
plazo: seguir profundizando la disputa simbólica y cultural en cada uno de los
frentes: los barrios, los sindicatos, los gremios, las universidades y
escuelas, etcétera; y por otro lado, institucionalizar las luchas sociales
ganadas y la apoyatura social para seguir avanzando en la disputa por la
distribución de la riqueza. Estos avances deben encontrarnos unidos y organizados
frente a la reunificación de la derecha a nivel mundial, en América, y
específicamente en nuestro país.
1 comentario:
Contundente. Es el momento de luchar juntos, más que nunca y de manera organizada!
pablo.
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