sábado, 3 de marzo de 2012

Avanzar en la profundización ensanchando el horizonte político.

Por Julián Froidevaux.
Subsecretario de DD.HH. de la Pcia. De Entre Ríos.
Para la revista “Oveja negra”

La justicia es una construcción popular que encuentra en e Estado la expresión de su síntesis. Por cierto que inacabada, en tanto el estado es necesario de constantes disputas.
Los 200 años de revolución inconclusa están hilvanados por un constante enfrentamiento –a veces encubierto, a veces desembozado- entre las mayorías populares y las corporaciones trasnacionales y los estados colonialistas.
El estado, como escenario central de esa disputa que, también hoy, ratificamos como la contradicción principal, se ha caracterizado, en los distintos ciclos y etapas históricas según las formas que ha ido tomando inmerso en esa dinámica dialéctica.
El estado agro-ganadero exportador de la oligarquía  terrateniente y satélite de la corona inglesa fue muy distinto del estado peronista. Es estado neoliberal del estado de inclusión social de la actualidad.
El punto de apoyo sobre el cual Néstor Kirchner se apoyó para mover el mundo –al decir del heleno Arquímedes, o mejor dicho, el punto de coincidencia para hacer patria- parafraseando al maestro Jauretche, fueron los derechos humanos.
Sin embargo debemos hacer una mínima referencia acerca de que entendemos por derechos humanos. Sin lugar a dudas estamos hablando de la felicidad del Pueblo, que se materializa en el bienestar de los trabajadores como sentencio nuestra amada. A lo cual hay que sumarle, como lo señala claramente el rumbo de las políticas ejecutadas por Néstor y Cristina, el juicio y castigo a los genocidas y sus cómplices, la democratización de la palabra, el pleno ejercicio de nuestro amor, y de los derechos de los pueblos originarios, el reclamo por la soberanía de nuestra Islas Malvinas y la unidad latinoamericana, por nombrar algunos nada mas.
En el transito de un gobierno en disputa a un Estado en disputa, los derechos humanos son una clara divisoria de aguas, que echan luz sobre las contradicciones que se manifiestan en el proceso político actual.
Contradicciones que tiene un eje fuerte en la razón de ser del mismo Estado como quien al mismo tiempo que es el garante del respeto a los derechos, es también quien lo viola y los conculca. Esta es la encrucijada del Estado de derecho, en su formato liberal que hoy se nos presenta  como un profundo desafío la necesidad de consolidar las conquistas del pueblo en la traducción a un mayor nivel de participación popular que desde una perspectiva de la patria grande asuma la tarea de romper viejos esquemas para comenzar a escribir la historia universal desde este lugar del mundo. Este es el telón de fondo en el que hacen sentidos nuestras prácticas  políticas, como encarnadura real y concreta de nuestra concepción ideológica. Aquí se disputa el sentido del peronismo. Podemos citar a otro maestro, a Raúl Scalabrini Ortiz cuando dice “El Estado brota de abajo, de la muchedumbre, y es casi una redención, una creación del pueblo solidario”. Y desde allí poder conjugar en un mismo programa político, en un mismo trazado de objetivos, en el marco de una estrategia, el despliegue táctico en los distintos espacios de representatividad político-institucional de gobierno con el desarrollo de la organización popular.
Desde esta perspectiva podemos comprender que las políticas de Estado en materia de Memoria, Verdad y Justicia, se manifiestan en la coyuntura como columna vertebral de las cuestiones vinculadas a los derechos humanos. La reivindicación de la lucha llevada a cabo por las organizaciones del pueblo argentino, el análisis exhaustivo de la derrota sufrida y el trazado de una línea histórica de continuidad, se presentan como necesidades ineludibles para consolidar las conquistas construidas desde el 2003 a la fecha y avanzar en la profundización ensanchando el horizonte político.
Memoria, como fuente de experiencia histórica y política del pueblo a donde enraizar la lucha actual contra las corporaciones. Verdad, como aquello que daña al enemigo, en los términos planteados por Franz Fanon y Justicia, tal como lo plantea el amigo Zitarrosa, es trabajo, es coraje y ayuno. Amor y luz que encienden los Pueblos Victoriosos!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Palabras justas y precisas. Que bueno que la juventud llegue a los lugares estratégicos del Estado.

Cariños.

Teresa.

diego dijo...

Felicito a julian por el lugar que ocupa en estos cuatro años en los que debemos tener compañeros que luchen por la liberacion nacional y la felicidad de nuestro pueblo.

mirian dijo...

Precioso articulo! A donde se consigue esa revista?

Mirian