domingo, 25 de marzo de 2012

Las mujeres, su situación social en Argentina y el Proyecto Nacional y Popular.


Por Lucy Grimalt. Feminista. Integrante de: Multisectorial Todas Con Cristina; La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito; Asoc. Civil Red de Alerta contra el Abuso Sexual Infantil y la Trata de Personas. Fundadora del Foro por los Derechos de la Mujeres. Ex Dip. Provincial Entre Ríos.

Para el movimiento de mujeres en Argentina, con la recuperación de la Democracia en el año 1983 comienza a haber condiciones objetivas para plantear la situación social y política de las mujeres con respeto al modelo familiar, social, económico y político imperante, en un occidente patriarcal.

Antes, durante todo el siglo XX se habían sucedido diferentes luchas reinvidicativas encabezadas por mujeres que rompían el molde de lo establecido, y por ese motivo fueron fuertemente sancionadas socialmente. En 1916, con la aplicación de la Ley Sáenz Peña, que deja a fuera a las mujeres del voto universal, el feminismo entiende el punto de inflexión y se intensificaron las acciones públicas: Alicia Moreau de Justo lidera desde 1918 la Unión Feminista Internacional y Carolina Muzzilli fue la primera mujer socialista que participa en los sindicatos. Julieta Lanteri se presentó a votar a cuanta elección pudo y con este gesto marcó la presencia femenina en las mesas electorales para denunciar la falta de derechos. Carmela Horne de Burmeister fundó en 1932 la Asociación Argentina del Sufragio y en esa misma década llegó a tener 80 mil afiliadas. En 1934, ya se podía votar en el ámbito municipal y provincial, Ema Acosta, del Partido Demócrata de la provincia de San Juan, es la primera legisladora argentina y de América Latina (1)

Esta lucha alcanza su punto máximo, en el momento que en el país gobierna el peronismo -1946/1955-, expresión política de los intereses de las mayorías populares. Es en la figura de Eva Peron que se resume esa intensa lucha por los derechos políticos de las mujeres, en su mensaje radial de 1947 convocando a las mujeres a luchar por los derechos cívicos, y el 23 de septiembre del mismo año con la promulgación de la famosa Ley 13.010 que obliga a las personas de sexo femenino a votar y les da derecho a que sean votadas.

La resistencia de las mujeres a la última dictadura militar 1976-1983, revela con toda su luz y ejemplo para la humanidad y la posterioridad, de lo que son capaces las mujeres organizadas en búsqueda de la verdad y la justicia. La lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, es un antes y un después para la sociedad toda. Es la demostración de la fuerza de la convicción de un colectivo humano, que lucha por todos los derechos humanos de la sociedad en su conjunto.

A partir del año 1983, el movimiento social de mujeres se dá una organización espontánea, sin grandes liderazgo, pero que transversaliza todos los sectores sociales, políticos y económicos. Los cuestionamientos y reclamos por las discriminaciones y falta de oportunidades que sufrían las mujeres, deja de ser solo una expresión de mujeres académicas o profesionales de la clase media. Las mujeres pobres, comienzan a liderar agrupamientos que plantean la desigualdad para acceder a los anticonceptivos y la violencia domestica. En 1985, con el 1º Encuentro Nacional de Mujeres, se inicia un largo camino de lucha y visibilizacion del rol desigual e injusto impuesto a las mujeres, las discriminaciones y violencias sufridas, la negación de derechos humanos básicos. La década maldita de 1990, fue de fortalecimiento del movimiento de mujeres en su lucha, algunos sectores sindicales y políticos reconocen la problemática específica. Pero, las políticas neoliberales que aplicó el menemismo apoyado por la derecha argentina, siendo la jerarquía de la iglesia católica una de las corporaciones más beneficiada; impacto trágicamente entre los mas vulnerables, los que tenían menos derechos, entre esos sectores, LAS MUJERES. La vida de las mujeres se hizo mas sufriente, mas dura por la falta de trabajo que alteró gravemente las relaciones interpersonales al interior de las familias, la educación que antes igualaba oportunidades con los varones ahora decaía en calidad, el problema habitacional se agravó resultando los hogares, refugios sobrepoblados de las nuevas familias que conformaban los hijos que no tenían donde vivir; no había políticas de salud reproductiva para las mas pobres; el embarazo adolescente comenzó a visualizarse como una consecuencia de la falta de proyectos de vida de las y los jóvenes sin oportunidades educativas ni laborales; las violencias en las relaciones de genero se impone en la agenda publica pero el estado no da ninguna respuesta; los crímenes como el de Maria Soledad en Catamarca o los de gatillo fácil encuentra en las movilizaciones encabezadas por mujeres otra forma de denuncia y resistencia –“las marchas de silencio”-.

Es partir del año 2003 cuando comienza a gobernar el Kirchnerismo desde la perspectiva de los derechos humanos, que la situación de las mujeres opera un fuerte cambio estructural. La gestión del Ministro de Salud de la Nación Dr. Gines González García en el gobierno del Pte. Néstor Kirchner es un antes y un después en materia de derechos sexuales y reproductivos en Argentina. La ley existía desde el año 2002, producto de la constante y persistente lucha de las mujeres que logro que el Congreso de la Nación reconociera los derechos en materia de salud reproductiva, pero era necesario la decisión política de que ese derecho efectivamente se cumpliera y llegara a todas las personas que viven en Argentina; a través de diversas medidas como la creación del programa nacional de salud sexual y procreación responsable, de la asistencia de nación distribuyendo anticonceptivos de manera gratuita a todas las provincia. De esta manera se hizo efectivo un derecho, que marcó un cambio cultural en la sociedad argentina inigualable, que siguió en ese sentido con la ley y todas las disposiciones sanitarias para la contracepción quirúrgica – Ligadura de trompas y vasectomía – siempre garantizando la gratuidad en los hospitales públicos del país.

La brecha laboral con los varones, se empezó a reducir en término de oportunidades laborales en trabajos mejor remunerados y por fuera de los tradicionales del sector de servicio. En el gabinete nacional se dieron designaciones que significaron una reivindicación al reclamo feminista de igualdad de oportunidades en todas las actividades, en el Ministerio de Economía con Felisa Micelli o en Defensa con Nilda Garré, fueron también una muestra del cambio de época. Hoy, la deuda sigue siendo la paridad de genero en el gabinete nacional.

Si bien ya existía la ley, solo un gobierno convencido del respeto a los derechos humanos instrumentaría el dispositivo necesario para que las trabajadoras domesticas, comenzaran a estar registradas y cubiertas por la seguridad social. Este sector laboral explotado y humillado a lo largo de la historia con la discriminación de género y clase más notable eran “las chinitas”. De 50.000 empleadas domestica se pasó a 350.000 registros en menos de cuatro años.

Las políticas de inclusión social, impactaron favorablemente en los sectores más desprotegidos, y LAS MUJERES, fueron las que experimentaron un cambio positivo en sus vidas. La existencia de trabajo contribuyó claramente a disminuir la carga familiar que significó en su punto más álgido durante la crisis del 2001 ser las grandes sostenedoras de la vida cotidiana como jefas de hogar o no para las estadísticas de entonces.

La batalla cultural por incorporar a la lectura de la realidad también la perspectiva de género, fue en este período clave. La ley de educación sexual integral del año 2006 y los esfuerzos de gobierno nacional para consensuar su implementación con las provincias, en su mayoría con un fuerte acerbo conservador por parte de casi toda su dirigencia política, empresarial, económica y religiosa; ha sido y es fundamental para establecer bases de dignidad para las mujeres a partir de remover prejuicios que establecen situaciones de privilegios en su detrimento.

En el Gobierno de Cristina Fernández, los objetivos de la lucha del feminismo se instalan definitivamente a partir de políticas de promoción de derechos y reconocimiento de que el tema de las violencias hacia las mujeres, no es solamente en el ámbito privado, sino que ocurre también en el ámbito publico. Se legisla y se instrumenta políticas para sancionar y prevenir las violencias en el ámbito doméstico, laboral, institucional, en salud, en los medios de comunicación. La trata de persona, y todo el negocio prostibulario y mafioso denunciado por décadas es hoy una urgente preocupación del estado y se está organizando todo un andamiaje de contención y asistencia nacional que realmente garantice protección a las victimas y perseguir este delito asociado a las drogas y connivencia con el poder de turno.

En este período se puede observar que tanto la Asignación Universal por Hijo, como el apoyo financiero a la educación asegurando medios técnicos e infraestructura a lo largo y ancho del país, las medidas para religar la vida familiar y comunitaria con la construcción de espacio barriales denominados Salones de Usos Múltiples y los CIC, entre muchas medidas han beneficiado a las mujeres en término de autonomía.

Pero sin duda la ley de matrimonio igualitario impulsado desde las organizaciones del Movimiento LTGyB, refleja mejor que nada la atención de un gobierno con los reclamos genuinos y justos. Esa perfecta articulación entre pueblo y gobierno popular es la que garantiza cambios en una estructura injusta y reaccionaria.

Pero las mujeres siguen siendo discriminadas, no es lo mismo la apropiación de derechos de la mujer blanca, de clase media y con estudios universitarios completos viviendo en las grandes capitales, que la mujer criolla de clase media baja o pobre, sin estudios secundarios completos viviendo en regiones económicamente desfavorecidas. Los ya 26 Encuentros Nacionales de Mujeres nos muestran esa realidad, remover y lograr la equidad familiar, social, política y económica no se consigue en 8 años. Este gobierno nacional y popular, y los partidos políticos y agrupaciones internas que lo componen siguen atravesados por el machismo que emana del patriarcado. Muchas reacciones y violaciones a los derechos de las mujeres parte de allí, cuando un Ministro de Salud de provincia ante una violación a una niña de once años exclama “la naturaleza es sabia”, u otro ministro en otra provincia ante una situación similar opina que “las mujeres se embarazan para cobrar la asignación”, muestra la necesidad del debate profundo y sincero acerca que el cambio hacia una sociedad democrática con inclusión social necesariamente debe incorporar a las mujeres con su problemática.

Talvez, el fuerte reclamo por el DERECHO A DECIDIR SOBRE EL PROPIO CUERPO, sea la expresión más dura y difícil de un derecho que hay que garantizar, para que no haya ninguna mujer muerta más por abortos clandestinos. Ese debate, enfrenta al mismo proyecto nacional y popular con sus propias contradicciones. Pero lo más importante es que este gobierno brinda las condiciones objetivas para el debate democrático y profundo en la sociedad y en el congreso.

Si Néstor Kirchner no hubiera garantizado una Corte Suprema democrática, digna y justa, hoy no tendríamos un fallo ejemplar referidos a los abortos no punibles, que dejan fuera de la legalidad a los conservadores y a las corporaciones.

Por eso, las mujeres experimentamos hoy una mejoría en nuestras vidas como nunca, no solo que hay en Argentina menos, pero muchas menos mujeres pobres, también las mujeres estamos mas reconocidas al garantizarnos derechos humanos básicos como el anticonceptivo de emergencia, o que la propia Presidenta de la Nación señale que las mujeres sufrimos violencias solo por el hecho de ser mujeres.

Entonces, hoy las y los que somos militantes de este proyecto nacional y popular y que también actuamos en el movimiento social de mujeres tenemos el deber de profundizar la construcción de políticas de genero, y en particular de seguir bregando por una ley que legalice la interrupción voluntaria del embarazo en Argentina.

Ese día cuando se concrete, habremos logrado más libertad, más autonomía, mas justicia, más derechos. Y seguramente, parafraseando a la juventud de los años 70, si Evita viviera lucharía por el aborto legal, seguro y gratuito.

(1) Suplemento “LAS 12” 11 de junio 2004 – Diario Página 12

6 comentarios:

Facundo Matos dijo...

Buena cronología de hechos y muy interesante. Dejo una frase para agregar a "si Evita viviera lucharía por el aborto legal, seguro y gratuito". En este caso es de un graffiti anónimo que leyó alguna vez el gran E. Galeano: "Si los hombres parieran, el aborto sería legal".

Pasá por mi blog, le metí un cambio de aire y escribí un montón. Esperemos que siga así con este dinamismo, jajaja. Abrazo!
www.visto-desde-el-sur.blogspot.com

Anónimo dijo...

en terminos generales coincido con lo planteado, pero admito que la idea de alinear pobreza y mujeres negras, y mejeres blancas y clase media es errado. Creo que estos articulos posibilitan crear agenda en genero en estos cuatro años

Anónimo dijo...

excelente escrito. felicitaciones! muy bueno el blog

stefi

Melany dijo...

Si la patria fuera matria, y el hombre pariera, el aborto seria legal. Muy buen documento. Muy lindo blog pocho!

Adrián Corbella dijo...

Les agradezco muchachos el comentario que dejaron en mi blog. El de ustedes es también muy interesante.

Piri dijo...

Muy interesante el blog